domingo, 11 de noviembre de 2012

Guatemala está herida pero no de muerte

Se evoca esta histórica y memorable expresión del General  Shel Eugenio Langerud Garcìa, Presidente de Guatemala cuando sucedió el terremoto de 7.5 grados, el 4 de febrero de 1976, a las 3:33 a.m., un amanecer que en pocos segundos cegó la vida de más de 20 mil guatemaltecos, en todo el territorio, y el dolor y lágrimas permaneció por muchos años y la cicatriz permanente de los que vivimos esos momentos. El 7 de noviembre a las 10:35 horas, nuevamente se ensaña la naturaleza con un terremoto de 7.2 grados, afectando ocho departamentos, principalmente San Marcos, que es el departamento de mayor población después de Guatemala, que tiene un índice del 64% de pobreza y el 21% de pobreza extrema, según el mapa de pobreza de Segeplan. Han transcurrido más de ocho días y se han dado a conocer el fallecimiento de 44 personas, 1200 casas dañadas completamente y declaradas " no habitables ", asi como 7 mil personas albergadas, 25 mil afectados, según la última información de CONRED. La atención de la emergencia ha sido atendida por el Señor Presidente Otto Pérez Molina, y coincidentemente en los dos terromotos mencionados, dos militares retirados en función de Presidentes Constitucionales de la República, les ha tocado vivir la experiencia de afrontar las circunstancias de los fenómenos naturales. El gobierno ha decretado Estado de Calamidad Pùblica para ocho departamentos, segùn Decreto 3-2012 y su reforma, para agilizar las operaciones de emergencia y reconstrucción.
Hoy los miles de damnificados necesitan el apoyo y solidaridad de todos y de las instituciones del sector público y social, para que los guatemaltecos afectados se les aminore la gran carga de subsistencia y reconstrucción, asi que, en lo que cada uno pueda, donemos alimentos, los cuales los están recolectando en los centros de acopio coordinados por Conred: Cruz Roja, Club Rotario, Emisoras Unidas, Bomberos Municipales, Aero Club, canales de T. V, Iglesia de Dios y otros.
Guatemala sigue en pié y los departamentos afectados serán levantados, por la tenacidad y trabajo de sus habitantes, y al igual como ocurrió en 1976, serán beneficiados por la actividad económica que genera la reconstrucción.
En el Condominio  se hizo un movimiento para recolectar víveres para apoyar a los damnificados, y los recibidos  fueron entregados a los Bomberos Municipales ubicados en el final de la avenida Petapa, zona 12  y se agradece su solidaridad a los vecinos que han apoyado la causa.

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