Cañadas del Río Colonial, Villa Canales
Por Maritza de Cuyún, casa 36
Todo el mundo celebra este tiempo a su manera en el bullicio, las compras, los regalos, las fiestas con una mesa bien servida en fin...la navidad.
Sin embargo yo creo que sí es motivo de celebración pero sanamente, sin dañar el cuerpo que un día el creador nos dio; sí es motivo para disfrutar en familia, pero no de avergonzarla por haber perdido el control al beber unas copas desmedidamente o en el peor de los casos enlutar a una familia por manejar en condiciones no recomendables.
En lo personal, este tiempo debería aprovecharse para hablarle a los nuestros, del regalo más precioso que un día pudimos recibir del Padre Celestial como lo es el nacimiento de su amado hijo Jesús aquí en la tierra para traernos paz, bendición y amor, viviendo así bajo sus deseos y estatutos.
Enseñar que es hora de compartir ricos y pobres, niños y adultos, sanos y enfermos. Que esta navidad sea la ocasión para pensar y extender nuestra mano a aquel anciano solo y abandonado en un asilo; en aquel enfermo o desahuciado postrado en una cama de hospital; en aquel indigente que duerme sobre periódicos en la calle.
Pero en realidad navidad es más que compartir un abrazo o un plato de comida; navidad es nacer de nuevo en nuestro corazón al recibir a Jesús y celebrar el nacimiento del Rey de Reyes colocado sobre un pesebre en un establo para cumplir su destino y darnos a todos la oportunidad de cambiar el nuestro.
Les deseamos muchas bendiciones a todos en estos tiempos de pesebre y que la paz de Dios sea con cada uno.
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